domingo, 25 de septiembre de 2016

EL CÓMIC DE LA TRISTEZA DEL OLVIDO EN AMAZON


Después del subidón de llegar a la final con el relato, La tristeza del olvido, se me ocurrió la idea de ilustrar la historia y pasarla al cómic, empecé a darle vueltas y al final me decidí. Contacté con varios ilustradores y al final tuve la suerte de contactar con Mauro, un pedazo dibujante Argentino que me ayudó a cumplir uno de mis sueños, ver ilustrado mi relato. Ahora acabo de ponerlo en Amazon a un precio simbólico , más por darme a conocer que poder ganarme la vida con él, que a la larga es lo que a toda persona le gustaría, dedicarse y vivir de lo que a uno verdaderamente le gusta.
Aquí dejo la primera hoja y el vinculo link de Amazon , muchas gracias

martes, 21 de junio de 2016

MICRO RELATO FINALISTA II CERTAMEN JAVIER TOMEO. "LA TRISTEZA DEL OLVIDO"

 
LA TRISTEZA DEL OLVIDO
 
Publicación relato
Hoy he vuelto a quedar con él. Pese al tiempo que llevamos juntos, hoy estoy especialmente nerviosa y no sé por qué, lo noto en mis manos temblorosas que son incapaces de seguir la línea que perfila mis ojos. Hoy me voy a poner el vestido que tanto le gusta, humedezco mi cuello con dos gotas del perfume que me regaló en nuestras últimas Navidades. Recuerdo aquel día como si fuera ayer, la forma no fue muy original, Fermín nunca lo había sido. Fue una tarde que yo regresaba de trabajar, él sentado en el sofá de siempre, viendo el programa de siempre y sin mirarme me dijo, - Los reyes te han dejado un paquete, lo vi en tu mesita de noche" ¡Hay que ver cómo somos las personas!, lo que en aquel momento me pareció la antítesis del romanticismo hoy se ha convertido en un recuerdo imperturbable al paso del tiempo. Después de ocho interminables paradas de metro llego a ese maldito edificio de color gris plomizo. Tras el mostrador una chica me da los buenos días como si fuera autómata. Cojo el ascensor y mis pasos me llevan a la habitación 103, como tengo de costumbre llamo antes de entrar, abro lentamente la puerta con miedo de no encontrar lo que llevo toda la noche esperando. Lo primero que ven mis ojos son unas fotos colgadas en la pared en la que destaca una por encima de todas, la de nuestra pequeña Alicia en brazos de Fermín, se les ve tan felices... Me acerco a la cama y cojo sus grandes y frías manos, las acerco hacia mi pecho, su mirada está perdida , hace tiempo que no reconoce nada ni a nadie. Un día se levantó y su mente dijo que ya no quería recordar más. Cojo un álbum, el álbum de su vida plasmada en fotos, paso las hojas lentamente con la intención de poder detener el tiempo. Así son mis días, así son mis citas, así es el amor de mi vida, un amor engullido por la tristeza del olvido.
 
 
Entrega de diploma
 
 



 

lunes, 20 de junio de 2016

EL BAR DE LAS GRANDES ESPERANZAS


VALORACION:
J.R. creció con su madre, pues su padre lo abandonó antes de que pronunciara su primera palabra. Pero J.R. sabe quién es: un DJ de Nueva York que tiene un programa de radio que él escucha con devoción, hasta el día en que su voz sale del aire y J.R. se queda sin nadie a quien escuchar.

Encontrará entonces refugio en el amor de su madre y en el Dickens, el bar de su barrio, un sitio donde poetas, policías, apostadores, boxeadores y estrellas de cine tienen una historia que contar. Conmovedor y emocionante, firmado por un premio Pulitzer, El bar de las grandes esperanzas es un libro hermoso que puede leerse como una novela de aprendizaje o como una historia apasionadamente sincera y real.


domingo, 12 de junio de 2016

HAY ESPERANZA PARA VENCER EL CÁNCER



Esta entrada es muy especial para mi. A continuación os voy a dejar un link donde podeis comprar un libro llamado "HAY ESPERANZA PARA VENCER EL CÁNCER" donde he tenido la suerte de poder participar y ver publicado mi microrelato. Todos los beneficios van destinados a la lucha de esta maldita enfermedad. 

Gracias a todos 




http://www.bubok.es/libros/247022/Hay-esperanza-II-certamen-de-microrrelatos-para-Vencer-el-Cancer


viernes, 1 de abril de 2016

GREGORIO, UNA SEGUNDA OPORTUNIDAD


A las ocho, como cada mañana Gregorio entra por la puerta con cara alargada y ojeras hasta el suelo. Vestido con una bata azul y un par de bolígrafos asomándole en el bolsillo de la solapa donde reza su nombre bordado en rojo: Gregorio de la Casa Prado.
Se acerca a la barra, me mira fijamente y baja la cabeza. Coge el periódico y se sienta en la mesa de siempre, escondido al final del pasillo junto al lavabo, debajo de las escaleras que suben a la planta de arriba. Deja que el miedo se apodere de él y permanece ahí sentado durante todo el día.
Gregorio lleva más de tres meses en paro y supera los cincuenta con creces, Lo peor de todo es que su mujer, la dulce Catalina, todavía no lo sabe. Gregorio no se atreve a mirarle a los ojos y decirle que le han echado a la calle como a un perro. Que es un cobarde, que fue por pegarle un puñetazo al encargado que se metió con su hijo Samuel, o como dirían en el barrio "Samuel el chico que salió del armario".
Gregorio le ha dicho a su mujer que hay problemas en el trabajo y van retrasados con los pagos. La pobre Catalina, que lleva más de treinta años con su pobre Gregorio, y cree ciegamente sus palabras.
Me acerco a su mesa y le dejo  su café con leche corto de café y su bocadillo de lomo con queso. Hace un mes que tiene cuenta  en el bar ya que no puede permitirse el lujo de tomarse ese desayuno todos los días. Me lo quedo mirando desde detrás de la barra y le digo:
- "Anda recógeme los vasos de la dos y la tres. No vas a pagarme lo que me debes ahí sentado con esa cara que tienes de cordero degollado".
Mientras Gregorio baja la cabeza veo entrar a Catalina por la puerta. Tras unos segundos se queda parada al lado nuestro en silencio. Gregorio se gira y de golpe toda la sangre le sube a la cabeza... Catalina, le susurra, "¿Qué haces aquí ?" y ella seria y mirándole fijamente a los ojos le contesta, "Gregorio, ¿no es eso lo que debería preguntarte yo a ti?
Cuando Gregorio se dispone a hablar yo le interrumpo y con cara sonriente le contesto:
- "Era una sorpresa Catalina. Gregorio empieza hoy aquí, me va echar una mano con el bar, no es un salario como en el que tenía en la fábrica pero después de varios meses intentando convencerle, al final ha accedido y la verdad, me viene muy bien. Yo ya estoy mayor y quién sabe, con el tiempo quizás hasta le dejo a cargo de esto."
Catalina mira a Gregorio, luego me mira a mí y a continuación echa un vistazo al local medio vacío mientras suspira dibujándosele una pequeña sonrisa... "¡Por fin Gregorio! Hace tres meses que llegas a casa con la mirada perdida y roto por dentro. ¡Te he echado tanto de menos!.. Y aunque todo esto fuera un artimaña de tu amigo, el que está detrás de la barra, no pasaría nada. Mañana volvería a salir el sol. Anda, ponme un café corto de café con un bocadillo de lomo con queso". Catalina coge el periódico,  se sienta en la mesa que está al  final del pasillo junto al lavabo, debajo de las escaleras que suben a la planta de arriba mientras oye susurrar a Gregorio " Ella lo sabía"....

viernes, 18 de marzo de 2016

DIVERGENTE




VALORACION:
Una futurista ciudad de Chicago tiene la población dividida en facciones, grupos de personas con singulares valores culturales, religiones y conductas. Hay cinco facciones diferentes de la ciudad:
1. Verdad (La sinceridad) 2. Erudición (La inteligencia) 3. Cordialidad (La paz) 4. Osadía (La valentía) 5. Abnegación (La generosidad)
La protagonista, Beatrice Prior, llamada más tarde "Tris", se crió en Abnegación, donde la generosidad se mantiene por encima de todo. La generosidad no viene naturalmente de Beatrice, sino de la enseñanza de sus padres. Ella se siente sola y oprimida, rodeada de gente que no piensa como ella. Cuando los jóvenes cumplen dieciséis años deben asistir a una Prueba de Aptitud la cual determina a qué facción pertenece cada uno, eligiendo vivir en la otra facción o quedarse con sus padres. La prueba consiste en una simulación, durmiendo a los adolescentes con un líquido especializado para hacerlos soñar en una especie de prueba que pareciera real. Para su sorpresa, Tris descubre que es capaz de manipular las simulaciones y tomar decisiones prohibidas, después se entera de que es una Divergente (persona capaz de manipular las simulaciones). Ella no encaja en ninguna de las facciones, ya que tiene aptitud igual para tres facciones diferentes (Abnegación, Osadía, y Erudición), lo que la aterroriza. Beatrice tiene que sobrevivir siendo una Divergente, lo cual está prohibido. 

OPINION

Bueno  la verdad es que me esperaba un poco más, me parece un libro juvenil y un poco previsible. Cuando lees el libro te da la sensación de que si has leído los Juegos del Hambre anteriormente ves algunas similitudes. Lo bueno o lo malo es que no me queda más remedio de seguir con los siguientes libros de la saga ya que la autora deja el final abierto de este primer libro. Sinceramente me da un poco de miedo coger el segundo de la saga por si el aburrimiento aparece se deja asomar. En resumen, libro para pasar el rato y sinceramente ya que se han adaptado los tres primeros libros al cine (Leal ahora está en las taquillas) yo aconsejaría ver las películas antes de empezar con los cuatro libros.

TRAILER DE LA PELICULA



miércoles, 16 de marzo de 2016

GRACIAS


Muchas gracias a todos, mi trozito de nube ya ha superado las 2000 visitas, gracias por formar parte de este pequeñito sueño


MANUEL


martes, 15 de marzo de 2016

UN VAQUERO DETRÁS DEL MOSTRADOR


Detrás del mostrador, así es como recuerdo a mi abuelo. Detrás de un mostrador color caoba, leyendo sus novelas de vaqueros, pasando las hojas con su índice y con su corazón amarillento de esa maldita condena que era no encontrar el momento de dejar de fumar.
Me pasaba las horas muertas sentado en el primer escalón de las escaleras que ascendían al entresuelo. Él de vez en cuando giraba su cabeza y me ofrecía una de sus pocas sonrisas del día, y eso me hacía sentir especial. "Si viene un vecino te levantas de ahí", me decía. Yo, con apenas ocho años pensaba, "si tienen ascensor, para que van a querer subir por las escaleras cargados de bolsas de la compra".
Me encantaba mirar como dejaba de forma armónica las cartas en los de buzones. Yo sólo quería que llegara el momento de crecer para que me dejara hacerlo a mí. Se le veía tan orgullo con lo que hacía.
 Lo más divertido del día era cuando el éste se iba yendo por debajo de la puerta y bajábamos a las mazmorras de ese castillo imaginario que construí en mi cabeza para que no doliera tanto estar lejos de casa. Lejos de mis amigos, del olor a tierra mojada, para que esos fines de semana no se convirtieran en una condena,. Rodeado de grandes edificios, de caras desconocidas, de un tráfico que engullía la libertad que necesitaba un crio de ocho años nacido en un pueblo a las afueras de la ciudad.
Bajábamos por la escalera grisácea testigo del paso del tiempo, rodeado de oscuridad. Yo iba detrás de mi abuelo que me escoltaba con una linterna en la derecha y un manojo de llaves en la izquierda. Igual que los libros de Vaqueros nos convertimos en dos forajidos en busca de una aventura. Llegábamos a las catacumbas del edificio donde se encontraban presidiendo la sala, dos enormes calderas de gas propano. Era como la sala de mandos de una nave espacial o de un gran barco. Lo recuerdo como algo tan excitante que ahora con cuarenta años me da casi vergüenza admitirlo. Me encantaba su trabajo.
Recuerdo cientos de periódicos apilados y atados con cuerda roída que los vendía a peso para calentarse con un par de copas de Soberano en las mañanas frías de invierno. Lo recuerdo dentro de casa sentado en una mecedora presidiendo el comedor, mirando con un ojo el partido de su Athletic y con el otro las personas que entraban y salían del edificio. Me llamaba la atención que un señor nacido en Sevilla fuera de Athletic de Bilbao pero yo creo que lo hacía simplemente por llamar la atención. Igual que aquel día que me enseñó a escondidas el recuerdo de la Guerra Civil en forma de agujero de bala que atravesó su pantorrilla. Unos años donde mis dos abuelos lucharon en bandos contrarios y que con el paso del tiempo hizo que compartieran mesa en compañía de una  botella de vino y unos cuantos cigarrillos.
Detrás del mostrador, así lo recuerdo y quiero recordarlo, sonriéndome y pensando que un día se fue feliz, sin hacer ruido. Una pena que no pudiera decirle hasta luego, o adiós o hasta siempre, una pena abuelo, pero sé que no me lo tendrás en cuenta, allí donde estés...o tus alas te hayan llevado.

jueves, 3 de marzo de 2016

MI ÚLTIMA BATALLA CONTRA EL CÁNCER

Llevo más de treinta años sirviendo al ejército. La verdad es que nunca me plantee ser militar, es más, si soy sincero conmigo mismo me enrolé en el ejército porque mi vida era tan patética y me sentía tan perdido que fue la única opción que tuve a mis diecinueve años, ser militar y vivir de ello.
Nunca sentí el miedo. Recuerdo a otros compañeros hacerse sus necesidades encima mientras intentaban sobrevivir bajo una lluvia de balas y metralla. Tras estar en Kosovo, Afganistán y Bosnia ahora mientras me estoy afeitando frente al espejo empañado es cuando realmente noto el aliento del miedo en mi espalda. Siento su presencia que me acecha. Siento su mano fría apoyada en mi hombro recosido por balazos recordándome que yo he sido el elegido y ahora mi único enemigo es el tiempo, tiempo que empiezo a oír susurrándome al oído convertido en un tic tac que retumba sin piedad en mi cabeza.
He cambiado el ruido de las bombas destruyendo colegios por las obras de la esquina de mi casa, las sirenas antiaéreas por el sonido del claxon del camión de butano, las lágrimas de los niños arrodillados en una esquina rodeados de escombros por el llanto de un bebé que pide a su madre el pecho ya entrada la madrugada. Tras pasarme las noches enteras sin poder pegar ojo, gracias a las pesadillas bañadas en sangre y de amargos recuerdos, hoy por primera vez en mi vida tengo miedo, miedo porque hoy empiezo una batalla distinta, una batalla que ya no puedo controlar. Me faltan agallas para atarme los zapatos, ponerme el abrigo, coger las llaves, salir y cerrar la puerta.
Tengo miedo porque cuando dé dos vueltas de llave a la cerradura sé que mi vida va dar un giro radical. Me sudan las manos, llamo al ascensor, pero en último momento me arrepiento y bajo por las escaleras..., me siento tan niño en estos momentos…, quien diría que hace unos años dirigía una compañía de jóvenes asustados soldados con cientos de “Kalashnikov” apuntándonos a nuestras cabezas.
Cojo el autobús y mi cara debe estar desencajada ya que un chaval con unos grandes cascos parecidos a lo de los soldados que pilotan los “Apache” me mira fijamente y me cede su sitio. Me siento y miro por la ventana, el mundo sigue. El mundo sigue girando y no para, da igual que yo pueda morir o no, la vida no para y continúa su camino, sin esperar a nada ni a nadie. Al final de la calle diviso mi objetivo, aquel edifico que a partir de ahora será como mi único hálito de esperanza.
Al cabo de unos de unos minutos me encuentro rodeado de batas blancas. Sentado en una silla de plástico color canela, estoy esperando que me llamen para entrar. La aguja del reloj que preside la sala no avanza. Miro el móvil, tengo cientos de mensajes en el email y en el WhatsApp. No quiero leerlos. No quiero saber nada del resto del mundo que me pueda afectar. Sólo quiero entrar en esa maldita sala, cerrar los ojos y pensar que todo ha sido un mal sueño, una pesadilla más de las que siguen viniendo a visitarme cuando apago la luz de la mesita de noche.
Por fin llega el momento, abro lentamente la puerta y lo primero con lo que se topan mis ojos son unos grandes butacones de color negro alineados a modo de pelotón de fusilamiento. En dos de ellos hay dos mujeres sentadas con los ojos cerrados y en medio una vacía, la mía, es el principio de un largo viaje.
Una vez sentado noto como el carboplatino entra en mi a través de un catéter. A mi izquierda una mujer demasiado mayor para aguantar todo esto se presenta, “Buenos días, me llamo Soledad”. Yo simplemente asiento con la cabeza, estoy demasiado nervioso para articular palabra. A mi derecha una chica con un pañuelo en la cabeza, demasiado joven para estar sentada junto a mí, hace lo mismo, “Hola, mi nombre es Esperanza”. Cierro los ojos y me dejo llevar…, de repente siento como alguien me coge y me aprieta fuertemente mi mano izquierda. A continuación sucede lo mismo con la derecha. Rodeado de Esperanza y Soledad dejo que el Ángel de Guarda que me acompañó durante tantos años vuelva a estar conmigo.

miércoles, 24 de febrero de 2016

ANDRE AGGASI,OPEN MIS MEMORIAS


VALORACION:
Siendo un bebé, le pusieron una raqueta de juguete en la mano. Desde entonces, Agassi no ha hecho otra cosa que golpear pelotas de tenis. Su padre, obsesionado en convertirlo en un astro del deporte, construyó una máquina (el dragón) que disparaba 2.500 pelotas al día contra el pequeño Andre. Escrita por el premio Pulitzer J. R. Moehringer, Open es la semblanza a corazón abierto de Andre Agassi, que en estas memorias se muestra tal como es: un hombre que debió enfrentarse a las presiones de su familia, de la fama, pero que siempre conservó el valor de la amistad y un sentido altruista de la vida. En esta cautivadora autobiografía, Agassi revela, con sentido del humor y ternura, una vida definida por la contradicción entre un destino impuesto y el anhelo por complacer a quienes lo han sacrificado todo por él. «Odio el tenis, lo detesto con una oscura y secreta pasión, y sin embargo sigo jugando porque no tengo alternativa. Y ese abismo, esa contradicción entre lo que quiero hacer y lo que de hecho hago, es la esencia de mi vida.» Andre Agassi


jueves, 18 de febrero de 2016

EL COMBATE DIARIO

Como todos los días el despertador suena a las seis y treinta y uno de la mañana, sentado en la cama con mis codos apoyados en mis rodillas y mi cabeza mirando al suelo dejo pasar el tiempo hasta que llegan las seis y treinta y tres. Son dos eternos minutos, minutos que mi cabeza no para de preguntarse si cierro los ojos y me vuelvo a dormir.
Como un boxeador cuando suena la campana una fuerza que no se de donde surge me hace ponerme en pie. Me preparo para mi combate diario, la lucha contra un trabajo que odio, con una vida que no quiero, pero al fin y al cabo es la que me ha tocado vivir.

El olor del café se mezcla con disolvente y acuarela. Anoche me acosté tarde intentado acabar lo que hace meses empecé, un gran cuadro que estoy haciendo. Mi gran obra maestra, el cuadro definitivo que por fin me haga salir de esa maldita fábrica.
Me paso más de diez horas frente a una enorme máquina, encajo pieza, aprieto botón rojo, encajo pieza, aprieto botón rojo. Llevo más de veinte años haciendo lo mismo, aunque lo que realmente quiero es ser pintor y vivir de ello. Esa es mi verdadera vocación pero las embestidas de la vida me ha llevado a un polígono industrial en medio de la nada, rodeado de puentes de autopistas, vías de tren y oscuridad, mucha oscuridad.

Antes de irme abro lentamente la puerta, sólo se oye la respiración entrecortada de ella. María tiene cuatro años y la adoptamos hace dos. Nació en China y es lo mejor que me ha pasado en mi vida.
Al principio era muy reacio a la adopción, sólo quería hijos propios, pero con el paso del tiempo cambié ese primitivo pensamiento para darme cuenta que ha sido la mejor decisión que tomamos Eva y yo en su día.
María es el chute que necesito cada día para no tirar la toalla y luchar por lo creo, para intentar conseguir mis sueños. Es mi café doble de las frías mañanas. Si no formara parte de mi vida, seguramente estaría viviendo y haciendo otra cosa. Ella es la que me hace tener los pies en el suelo, no puedo dejar el trabajo, no puedo ser tan egoísta...

Salgo de casa y después de dar un beso a Eva, el amor de mi vida, me giro y la veo detrás de la ventana refugiándose del frío, sonriéndome y haciéndome el gesto de Vamos!!! A por ellos!!! No te rindas!! No te dejes caer!!!!!
 
Suena la campana convertida en sirena, se encienden los focos del cuadrilátero convertidos en grades fluorescentes, cierro los ojos y me dejo llevar por la música de mis cascos. Me quedan por delante diez asaltos convertidos en horas. Al otro lado mi contrincante, grande, frío, rápido...mi mirada se clava en ese maldito botón rojo. Empieza mi combate y mis sueños se escapan a través de una ventana abierta.
Mañana será otro día, quizás ése en que después de pasarme toda una vida luchando  llegue mí gran oportunidad y al final mi sueño no se escape por una ventana entreabierta de esta maldita fábrica que se ha convertido en mi propia celda.

lunes, 8 de febrero de 2016

PALMERAS EN LA NIEVE




VALORACION:
En 1953 y Kilian abandona la nieve de la montaña oscense para iniciar junto a su hermano, Jacobo, el viaje de ida hacia una tierra desconocida, lejana y exótica, la isla de Fernando Poo. En las entrañas de este territorio exuberante y seductor, le espera su padre, un veterano de la finca Sampaka, el lugar donde se cultiva y tuesta uno de los mejores cacaos del mundo. En esa tierra eternamente verde, cálida y voluptuosa, los jóvenes hermanos descubren la ligereza de la vida social de la colonia en comparación con una España encorsetada y gris, comparten el duro trabajo necesario para conseguir el cacao perfecto de la finca Sampaka, aprenden las diferencias y similitudes culturales entre coloniales y autóctonos, y conocen el significado de la amistad, la pasión, el amor y el odio. Pero uno de ellos cruzará una línea prohibida e invisible y se enamorará perdidamente de una nativa. Su amor por ella, enmarcado en unas complejas circunstancias históricas, y el especial vínculo que se crea entre el colono y los oriundos de la isla transformarán la relación de los hermanos, cambiarán el curso de sus vidas y serán el origen de un secreto cuyas consecuencias alcanzarán el presente. En el año 2003, Clarence, hija y sobrina de ese par de hermanos, llevada por la curiosidad del que desea conocer sus orígenes, se zambulle en el ruinoso pasado que habitaron Kilian y Jacobo y descubre los hilos polvorientos de ese secreto que finalmente será desentrañado. Un excelente relato que recupera nuestras raíces coloniales y una extraordinaria y conmovedora historia de amor prohibido con resonancias de Memorias de áfrica.