Espinosa nos introduce en una narración de aventuras y emociones sobre un grupo
de jóvenes que se enfrentan a un gran reto: rebelarse contra un mundo
que trata de ordenar su caos.
A través de cinco personajes, una isla y una búsqueda incesante por
vivir, Espinosa vuelve a introducirnos en su particular universo con una
historia que se
desarrolla en un mundo onírico y fantástico, con un arranque contundente
y un desenlace esperanzador y lleno de luz.
«Esta es mi mejor novela porque condensa todos los temas de los que
siempre he deseado hablar y con unos personajes que creo que resumen
bastante las carencias y las virtudes de este mundo.» Albert Espinosa
Es un libro provocador que nos invita a cambiar cosas de nosotros mismos
y del mundo en el que vivimos.
BLOG DE FOTOGRAFIA, LITERATURA Y VIAJES.UN PEQUEÑO PASEO POR LAS NUBES QUE FORMAN PARTE DE MI VIDA
lunes, 29 de junio de 2015
lunes, 15 de junio de 2015
ALEX
Alex, una hermosa joven es secuestrada en plena calle por un desconocido. Tras golpearla salvajemente, el
hombre la encierra en una nave abandonada, dentro de una caja de madera
que cuelga del techo, rodeada de ratas, expuesta a una muerte tan cierta
como horrible.Cuando el comisario Camille y su equipo dan con
el lugar, esperan encontrar una mujer medio muerta... pero Alex ha
logrado escapar. Pronto Camille se da cuenta de que no se trata de una
victima más: la mujer se ha marchado sola y hace todo lo posible por
evitar a la policía. ¿Por qué? ¿Qué tiene que ver el secuestro con su
pasado? ¿Y con los cadáveres que empiezan a aparecer horriblemente
asesinados?
4 MINUTOS
Sentado junto al banco
que se encuentra justo al doblar la esquina del trabajo, disfrazado
de oficinista con mi corbata azul marino, mi camisa azul
celestre,chaqueta y pantalón de color gris roto y zapatos recién
cepillados apuro los últimos minutos antes de apretar el numero
quince del ascensor que me lleva a mi sala de tortura diaria.
Hoy es lunes, hoy cumplo
cuarenta y tres años y hoy es el primer día de estos últimos
catorce que no compro nada para celebrar mi cumpleaños con mis
compañeros de trabajo, porque realmente no me apetece celebrar nada
con nadie y porque he llegado a un punto en vida que simplemente voy
a hacer lo que me apetezca, sin importarme nada de lo que me rodea ni
si hago o dejo de hacer daño con mis actos, estoy cansado de estar
pendiente de todos eso ojos que me juzgan y hacen difícil lo fácil
y aburrido lo divertido.
Faltan cuatro minutos
para fichar y mi tarjeta atada a un cordón que rodea mi cuello se
balancea temblorosa como si se negara a ser pasada por la maquina de
fichar sabiendo que hoy va a ser otro lunes cualquiera en un caos
cualquiera. Llamadas de teléfono, reclamaciones de clientes
indignados, cientos de perdones y miles de mentiras, me pagan por
tranquilizar al cliente por teléfono y por defender algo en lo que
no creo y todo por un sueldo que hace unos seis años lo recibía
solo en comisiones.
La tristeza podrida por
dentro avanza lentamente hacia los pocos sueños que me quedan vivos,
los ojos se me han llenado de su sangre fría y negra con la
sensación de que la vida se me escurre de entre los dedos y yo me
quedo como aquel que se queda con los ojos clavados ante una de esas
hojas del libro poseído por algo que no sabe que es pero que te
hiela por dentro.
Faltan tres minutos y
acabo de ver a Silvia, una compañera que hace unos años se
convirtió por un tiempo en algo más que eso. Al principio fue todo
perfecto, lo nuestro surgió desde el primer día que ella entro por
la puerta a realizar una entrevista de trabajo, hasta que todo se
apagó igual de rápido que apareció. El irnos a vivir a su piso fue
el mayor error de nuestra relación, eramos totalmente
incompatibles,una incompatibilidad con mayúsculas, una lejanía que
no se podía salvar Ella quería ser madre y yo quería vivir la
vida, ella quería Domingos de Sofá y yo Sábados de desenfreno,
ella quería gato y yo perro, y ahí es cuando la brecha se acabó
de abrir por completo, cuando apareció en brazos de un lindo y
bigotudo gatito. Como somos las personas ¿verdad? A veces las
relaciones se rompen por la cosa mas insignificante del mundo, por un
gato, por una toalla mal colgada, por un bote de jabón mal cerrado o
por una puerta de nevera abierta.
Faltan dos minutos y
todavía sigo aquí sentado, por ahora ya tengo una falta leve por
llegar tarde, mientras que llego y cojo el ascensor, que seguramente
no estará en la planta baja y llego a la oficina los tan importantes
dos minutos tarde harán que Dirección empiece a redactar en su
flamante Apple una falta leve por el tremendo problema de pasar la
tarjeta 120 segundos tarde...
Falta un minuto me
levanto lentamente soplando, miro hacia arriba,seguramente estén
todos ya trabajando y el teléfono quejándose porque nadie le hace
caso por las mañanas,una ventana se abre, es Silvia ventilando la
sala de juntas, como si lo viera, hoy vienen los Chinos, alguien se
acerca por detrás, la altura del edificio me hace difícil
identificar quien es y solo veo la misma silueta difuminada que vi
con Silvia , el le susurra algo al oído, ella se gira , al cabo de
unos segundos de pura complicidad se funden en un beso y luego en un
abrazo. Me vuelvo a sentar y dejo que los sesenta segundos pasen uno
a uno, poco a poco .
Oficialmente tengo una
falta leve, ya son varias las de este mes, me vuelvo a incorporar y
me dirijo en sentido opuesto al trabajo, no se donde me llevaran mis
pasos , no se donde me llevara la vida, solo se que ahora me siento
liberado, ahora solo sé que no he pensado en las consecuencias
Entro en un estanco,
llevo cuatro años sin fumar porque dicen que fumar mata y lo que no
saben los que dicen eso que lo que realmente mata es trabajar en
algo durante años que no te gusta, en algo en lo que no crees,
enamorado de alguien a quien no le importas, atrapado en una jaula
realizada con tus propios miedos dejando pasar las horas que se
convierten en días, los días en semanas y envejeciendo poco a poco
rodeado de gente que piensa en ti como en un numero mas, y lo siento
yo no soy uno mas, yo soy especial y lo voy a demostrar.
domingo, 7 de junio de 2015
RUPIT
Rupit y Pruït (oficialmente y en catalán Rupit i Pruit) es un municipio español de la comarca de Osona situado al noreste de la comarca y al este de la Sierra de Cabrera. Está integrado por dos núcleos urbanos: Rupit y Pruit, que fueron independientes hasta el año 1977. Es el último pueblo de la provincia de Barcelona en la carretera que une los municipios de Vich, capital de la comarca de Osona y Olot, capital de la comarca de La Garrocha (Gerona).
De lo que podemos destacar de este pequeño pueblo de Barcelona es su tranquilidad y la sensación de que se hubiera parado el tiempo, podemos destacar sus calles empedradas, sus balcones decorados con cientos de flores y pequeños detalles que nos hacen volver en un momento al pasado.
Una de las diversas calles empedradas de Rupit |
Ventanales, patios y balcones por los que no pasa el tiempo |
Uno de atracciones de este bello pueblo es su puente levadizo que hace cruzar el pueblo evitando así el paso del río
El pueblo se encuentra rodeado de vegetación y en un paraje empedrado
Una de las calles mas famosas de Rupit, ¿Las subimos ?
Aparte del pueblo se pueden hacer diversas escapadas, unas con mayor dificultad y otra no tantas, una de las mas atractivas y mas cortas para realizar es visitar lo que se llama EL SALTO DE SALLENT
El camino como veis, se caracteriza por unos paisajes, vegetación y flores que hacen mucho mas ameno la llegada a la meta
Del salto , no hay nada que decir, sólo con las imagenes bastan
Y en el enlance os dejo un buen restaurante para comer recomiendo calidad precio un restaurante que se llama CAN SALLENT
Salida cien por cien recomendable para pasar un buen dia en plena Naturaleza, al lado de Barcelona y comer bien .
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