Lo último que recuerdo
es el contacto suave y confortable de la mano de mi madre, me
encontraba rodeada de gente desconocida y gente que andaba muy
deprisa y que hacían todo lo posible por cambiar la trayectoria para
evitar el contacto de un cuerpo menudo y bajito de siete años en
medio del pasillo de menaje. Era una evidencia , estaba perdida, lo
primero que pensé es gritar ponerme a llorar y patalear en el suelo
hasta que alguien viniera en mi ayuda , pero eso no lo iba a hacer,
como he dicho muchas veces, ya soy mayor, además. Siempre soñé en
que llegara este momento ¿no? El de estar caminando a mis anchas sin
que nadie me dijera lo que tenia que hacer, no toques eso, no te
subas ahí, no te comas eso ahora que luego no comerás... Y aquí
empezaba mi primera y apasionante aventura por el Centro Comercial.
Lo primero que iba hacer es irme a comer algo ya que hoy habíamos madrugado para venir al centro. Un mundo maravilloso se abrió ante mis ojos , entre hojaldres y chocolates iba moviéndome sigilosamente como los animales que salen en los reportajes que ve Papá atacando a esos pobres cervatillos,a mi me gustaría tener uno, pero en casa no tenemos espacio y creo que mama tampoco me dejaría.
Mi siguiente Objetivo era la tienda de juguetes más conocida del centro comercial, allí podrá estar con aquellas muñecas que mamá no me deja jugar y con todo un paraíso de diversión al alcance de mis manos. A penas a cinco metros antes de entrar veo que hay un señor vestido de azul con gorra y una placa en la solapa vigilando la entrada. Esto va a ser más difícil de lo que yo pensaba, mientras espero como entrar sin llamar la atención, desde el cielo una voz entrecortada y muy alta anuncia la desaparición de Lorena López Aguado niña de siete años y luego empieza a describir paso a paso la ropa que llevo puesta.
Esto empezaba a
complicarse, ¿Pero es que una no puede tener su momento para
disfrutar? , pensé yo. Cambio de planes, próximo objetivo, planta
moda joven, tengo que hacer lo que sea para cambiarme de ropa y
intentar distraer al señor vigilante de la tienda de juguetes. No
voy a contar como logré cambiarme de ropa sin que sonara la alarma
de la tienda, eso me lo guardo para mi o para colgarlo en algun
Tutorial en You Tube.
De nuevo tenia mi
objetivo frente mis ojos y sólo un milagro me haría evitar que me
encontraran. De golpe y porrazo el vigilante se lleva la mano a su
oreja y empieza a correr dejando la entrada libre, Gracias Dios, te
juro que voy a hacer los deberes todos los días y comerme las judías
verdes de la abuela . Cuando me dispongo a entrar como una
triunfadora por las puertas del paraíso una mano en mi hombro me
sujeta, mi cabeza se va girando poco a poco y los ojos llorosos de mi
madre se clavan en los míos, me espero lo peor, en unos segundos mi
corta vida pasa como a cámara rápida, el verano con mis primos, mi
primer helado, el día de reyes que me regalaron mi muñeca, las
tardes de cine.... pero en vez de una reprimenda mi madre me abraza
fuertemente casi al limite de dejarme sin respiración. Me hicieron
devolver la ropa que no era mía y me fui a la cama sin cenar creo
que todo acabo mejor de lo que yo pensaba , la próxima vez no
fallaría y si lo hago se acabaran las aventuras de intrépida
Lorena.
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