Muchas
veces nos acordamos de la familia del señor Edward A. Murphy Jr . Al
principio cuando escuchamos este nombre por primera vez no nos suena
de nada, pero cuando luego hablamos de una ley que demostró aquí el
personaje, lo primero que pensamos es, que hijo puta el cabronazo
ese, podía a ver dedicado su tiempo a investigar algo menos maligno
para la humanidad, no sé, en ese mismo año en 1949 el señor Nash
Motors inventó el cinturón de seguridad o Ralph Schanider la
tarjeta de Crédito.
Han
pasado sesenta y seis años y el señor Murphy sigue presente en mi
vida. No sé, así a bote pronto, oyes en las noticias que va a
llover, vamos que vas a ver a Noé fumándose un cigarro encima de
una llama esperando que se ponga el semáforo en verde. Yo como
persona responsable y consciente de tal acontecimiento decido coger
mi flamante y enorme paraguas de color rojo comprado en Ikea. Horas
mas tarde vuelvo a casa paseando por las calles de la ciudad, con la
bolsa de la comida del trabajo, la chaqueta impermeable en una mano y
el paraguas en la otra, la mujer del tiempo se equivocó. (Si algo
puede salir mal, saldrá mal).
Duelo
de Titanes en el Supermercado, estudias minuciosamente las dos colas,
en la izquierda un carro cargado hasta arriba de comida, padre, mujer
y tres hijos integran el equipo. En la derecha dos personas con dos
cestas de esas con ruedas, en una de ellas una barra de pan, jamón
de york y un paquete de tranchetes, en la otra cesta, pack de seis
cervezas de lata y un par de bolsas de patatas fritas, ¿Está
claro no ? Apuesto todo
a la cola de la derecha. Al cabo de cinco minutos veo partir aquel
transatlántico enorme con aquellos tres niños con
la sonrisa dibujada en chocolate
diciéndome adiós como quien vé escaparse un
sueño, muy lentamente. Yo me encuentro detrás del señor de las
cervezas que lo veo nervioso rebuscando entre los bolsillos y la
cartera unos céntimos de los cuales se quiere desprender.
Anteriormente la señora mayor tuvo problemas con el precio de los
tranchetes porque decía que estaban de oferta 3x2 y le habían
cobrado los tres por separado. La cajera llama por el micrófono, la
chica que tiene que ver los precios no viene, le vuelven a llamar, y
nada, por fin a lo lejos, aparece la figura de una chica mascando
chicle patinando tranquilamente como quien va a pasear un domingo
cualquiera en una ciudad cualquiera. (Si algo puede salir mal ,
saldrá mal)
Quien
no ha sido invitado a una boda de esas en las que piensas, no me lo
puedo creer , no me apetece nada de nada,las mejores son aquellas
bodas de los primos lejanos muy lejanos que viven en Salamanca, !!Si
no nos vemos desde que iba al pueblo y nos escondíamos a fumarnos
entre los dos un paquete Fortuna!!. Vamos con
la mujer a comprar un vestido, eso conlleva fines de semana con los
pies hinchados y cansado de perchas, probadores, montones de ropa,
música Máquina a tope, olor a colonia que se te queda a vivir
durante todo el día dentro de ti … ¿A que te huele la ropa? A
colonia, ¿A que sabe la Hamburguesa? A colonia, ¿A que sabe el
helado?.A colonia. Nosotros con el traje no tenemos problema, cambias
de corbata y camisa y como nuevo.
Pasan
los días y piensas en que no quieres ir, van pasando los meses y es
que no te apetece ir, como se le ocurre casarse en pleno mes de Julio
a las doce de la mañana y encima en el pueblo que sólo hay un bar y
sin aire acondicionado. Tanto es la insistencia que consigues no ir a
la boda, pero no vas porque el día de antes pillas un virus
estomacal (ahora lo llaman así) que no te puedes mover en dos días
de la taza del váter y tres de la cama. Entonces te miras al espejo
y piensas, trescientos euros de vestido ahorcado de la barra del
armario esperando a que otro primo lejano tenga la idea de casarse,
por lo menos el paquete de arroz que tenia intención de llevarlo
para acribillar a los culpables de la fecha y hora de la boda lo voy
a aprovechar... con una zanahoria y una cola de rape (Si algo puede
salir mal, saldrá mal)
Señor
Murphy, podría usted por favor salir de mi vida y olvidarse de mi
durante un tiempo.. o mejor vamos a probar una cosa, no quiero que me
toque la lotería, no quiero que me toque la lotería, no quiero que
me toque la lotería.